La naturaleza, su frío y su calor, es tan cruel, como este cuadro de Goya, devorador de sus hijos.
Mientras Leganés dormía, alguien ardía por huir del frío helador, cuando nos despertamos y escuchamos la noticia, a mi sólo me salía un lamento repetitivo, ni yo ni Leganés teníamos conciencia.
Nos hermanamos con Dios y su madre para ayudar a pueblos y más pueblos, y nos ocurre, a mi el primero lo que a los borricos, que mirando la paja ajena, no nos vemos los hocicos.
¡No nos vemos la conciencia! Habíamos pedido un albergue, en la ciudad de las esculturas, del oropel* de la opulencia, No había pobres, y hoy nos los muestra la prensa en cenizas grises, en cenizas muertas.
Cerca de la calle el Cobre
dos pobres y una hoguera
van a la mansión de Hades
mientras la nieve les cerca,
fuego sobre nieve, fuego,
¡ya terminó la miseria!
mientras Leganés dormita,
un Leganés sin conciencia...
Leganés, 16 de enero 2010
José Manuel García García (JOSMAN)
*1. loc. verb. coloq. Ostentar gran vanidad y fausto, sin tener posibles para ello.