Se dice, se comenta y se analiza, el posible viaje de nuestro alcalde a China, presumiblemente viajará con un pequeño grupo de asesores, cosa normal, hacia esa tierra del sol naciente, donde aún se vive en las creencias doctrinales de un comunismo de hace 92 años, y, donde la sociedad se abre a un ápice de libertad a golpes de codazos, culatazos y a veces fusilamientos.

Allí, posiblemente nuestro alcalde conocerá “in situ” un comunismo rural que se desmorona como nuestra Iglesia de Polvoranca, respirará aromas del “Libro Rojo” de Mao, y meditará sobre en fin del comunismo del que muchos, entre ellos yo, vimos como lo mataron los lideres, y que Castro muere con él, y que la derechota espera en breve arribar con sus yates a La Habana, que, como decía Carlos Cano: “La Habana es Cádiz, pero con más negritos y más salero”.
Para éste posible viaje, “no se necesitan alforjas”, salvo un cuaderno de apuntes, ya que la seda empezó a traerla Marco Polo, y eso de los gusanos y l metamorfosis en mariposa, ya lo conocíamos los niños de postguerra prolongada en Carabanchel, hace 50 años.

Mientras nuestro alcalde prepara el posible viaje, Leganés sigue sin albergue para los sin techos y desnutridos, los bancos para sentarse –nuevos- tienen un apoyabrazos en el centro, y se hace imposible en él la dormidera del desencamado, dicen que tenemos más de 14.000 parados, y hasta los parados verán subir el IVA en un 2%. Y más presión fiscal…
Las crisis con PSOE o PP, siempre las pagan los trabajadores, y ante este panorama zapateríl, nuestro Faraón viaja a Pekín, con hoz, pero sin martillo, quiere llevar la respetuosa rosa socialista, creyendo – posiblemente- que, así traerá contratos para nuestros empresarios.

Montoya se tendrá que convertir en alquimista, buscar un pueblo pobre con légamo para hermanarnos, y ponerse en busca del tesoro que oculta la “Gran Muralla “milenaria.

Y es que de allí, sin Moratinos, tan sólo podemos traernos a mujeres ancianas con pies castrados, arroz, por cierto con proteínas, calcio, vitamina B, y 300 calorías.

Lo demás mi estimado Alcalde, además de ese hermanamiento de natillas de vainilla y galleta María, la de siempre, sólo podemos importar, aquello de “Austeridad y pan” que repetía el negro Apolo con un fusil en la mano, en la España de 1.873, aquella en la que Castelar, soñó con la 1ª República, aquello sí era soñar. Y no éste viaje, machadiano que, “Ligero de equipaje” Machado decía que, “había que ir casi desnudo, como los hijos de la mar…”

Leganés, 20 de septiembre de 2009

José Manuel García García (JOSMAN)