Unas conclusiones que después de meses de la constitución de la comisión son algo decepcionantes. No se toma ninguna decisión política al respecto, se olvidan por completo las razones por las que se creo dicha comisión, que no fue otra que la muerte del joven Bruno en mayo de 2008.
Ni una línea de las causas que acontecen por la muerte del joven y para evitar otras en un futuro
De ello no aparece ni una línea al respecto y todas las conclusiones se han derivado hacia temas administrativos, a la descoordinación de las concejalías de Seguridad Ciudadana y Urbanismo e Industria; otra de las conclusiones de la comisión de investigación recoge que el Secretario municipal elabore un protocolo de actuación para dirimir que concejalía es la competente en el cierre de aquellos locales de copas que no cumplan la legalidad vigente y cual es el procedimiento. Es inaudito que para llegar a esa conclusión administrativa hayan hecho falta varios meses, ya que la decisión podía perfectamente haberse tomado directamente por el Equipo de Gobierno y si nos apura por el propio alcalde. Para eso no hacía falta “marear la perdiz” varios meses.
Otra de las “grandes conclusiones” del dictamen de la comisión de investigación es la falta de personal técnico para hacer frente al volumen de trabajo que genera la apertura de establecimientos de ocio en la ciudad. Aunque de la situación que ha vivido en los últimos meses el departamento de Industrias en cuanto al personal se refiere da para hacer una gran crónica.
Sobre por qué los locales están abiertos sin la licencia preceptiva y porque no cumplen las medidas exigidas (de seguridad, emergencia, etc.) no parece importar mucho a los componentes de la comisión.
Y no dan más de si las conclusiones elaboradas por esta comisión. Lo lamentable es que la razón fundamental por la que se crea la comisión solo es citada en el primer párrafo del informe para justificar ésta pero nada más. Las razones por las cuales la mayoría de los fines de semana en la Cubierta acaban con reyertas y peleas, de eso no se dice absolutamente nada.
Porque con la muerte de Bruno ocurrió lo que tenia que ocurrir. En aquel momento todos se echan las manos a la cabeza y se sorprendían de lo que pasó en mayo de 2008 en la Cubierta. Pero hay que ir a la raíz del problema para realmente culpar indirectamente a los dos partidos políticos que fueron los padres de la criatura: PSOE y PP de Leganés. Tanto monta, monta tanto.
Al primero por dejarse seducir por la derecha rancia que, envuelta en papel de licenciado, ocultaba los verdaderos intereses que había detrás de esa construcción. Al segundo por utilizar lo que ahora su partido critica en los Plenos: cesión de suelo público para fines privados.
¿Qué necesidad había de construir una plaza de toros en Leganés, y además en el centro de la ciudad?. Ninguno. Como lo demuestra la plaza casi vacía en las corridas programadas estos últimos años. El objetivo estaba claro, porque los costes de esta plaza los sufragaban –según los promotores- la venta de los locales de copas que se tenía previsto ubicar, por tanto, ya estaba el caldo de cultivo para que la plaza de toros se convirtiera en un lugar de gran concentración de jóvenes los fines de semana.
Esto ya lo preveía IU entonces, que se opuso rotundamente a la construcción de este coso tabernero por las consecuencias que podía acarrear y por ello nos llamaron iluminados y carentes de sentido común. E incluso nos engañaban manifestando que una parte importante de los locales se iban a destinar a comercios y tiendas de ropa con algún que otro bar de copas.
El que siembra vientos, recoge tempestades.
LEGANÉS, 21 DE ABRIL DE 2009