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Del grito “un folio y un bolígrafo, a la sala de reuniones y a escribir un dictado” hasta un ayuntamiento saneado económicamente
Por Admin (del 26/10/2011 @ 21:07:21, en Gobierno Municipal, leer 5078 veces)

Ante la opacidad informativa de la derecha del municipio con respecto a las cuentas municipales, que las quiere utilizar como arma arrojadiza contra los vecinos para justificar los posibles recortes en las diferentes partidas de los próximos presupuestos municipales, nos sentimos en la obligación de dar a conocer las cifras exactas de la situación de las finanzas municipales y de las deudas pendientes que tiene tanto con las entidades financieras como con los proveedores de servicios.

Tenemos un ayuntamiento relativamente saneado y sin grandes dificultades financieras
Bajo nuestro punto de vista y a la luz de los datos oficiales que aportamos, estamos en condiciones de manifestar que la deuda con las entidades financieras con la que se encuentra la derecha política en el ayuntamiento es una de las más bajas desde hace cinco años. Con respecto al año 2007, la deuda actual (2011) con los bancos es casi la mitad de la que existía en 2007 en términos cuantitativos (62,1 frente a 34,3 millones de euros). En términos porcentuales es un 18,3% inferior a la existente en 2010; un 30% inferior a la que se presentaba en 2009, un 39% más baja que la deuda de 2008 y el 44,8% inferior a la deuda municipal contabilizada en 2007.

Cabe decir que nuestro ayuntamiento es el menos endeudado de los doce municipios -la mayoría de ellos con más de cien mil habitantes- y, además, con gran diferencia sobre el resto. Leganés está muy lejos de la deuda por habitante si lo comparamos con municipios emblemáticos del PP en la Comunidad de Madrid.

Por tanto, que la derecha local deje de asustar al vecino con la bancarrota de la ciudad con el único objetivo de recortar gastos en los temas sociales (becas para libros, subvenciones a entidades sin animo de lucro, entidades deportivas, sociales, culturales, etc.), amenazar con el recorte de la plantilla municipal, rebajar los niveles retributivos a determinados empleados municipales, frenar las inversiones para la mejora de la ciudad, recortar las prestaciones sociales a los dependientes, personas mayores, etc. e intentar cobrar servicios públicos que hasta ahora eran gratuitos para los usuarios. Que deje de asustar a la plantilla municipal manifestando que sobran 800 trabajadores.

“Bolígrafo, papel y a escribir un dictado”
Tal vez quien sobre es algún energúmeno del género femenino que se cree que está en la época de su querido dictador –del que debe ser una admiradora por los modales que utiliza con su personal-, por aquello del “ordeno y mando” o “por mis cojones”, en este caso “ovarios”. Lo que cuentan por la Casa del Reloj de la concejala de Obras es de juzgado de guardia, incluso estaría en los límites del moobing laboral. Es obvio que esta chica ha empezado con mal pie. Y lo que mal empieza, mal acaba. No se puede tener a toda una plantilla de profesionales con la valía demostrada por años en la plantilla municipal con el alma en vilo. Lo que ha logrado esta concejala es crear un mal ambiente de trabajo que, en última instancia, repercute en la labor que desarrollan los técnicos municipales.

Siempre que un político (sin tener conocimiento de la labor que se le ha encomendado, muestra la prepotencia que ha demostrado la concejala de Obras, al igual que sus cargos de confianza) pone en entredicho la labor de los trabajadores de su concejalía, en un campo que no domina, puesto que no es una profesional del ramo, estamos ante un político sin personalidad, con falta de confianza en si misma, falta de seguridad en sus actos, lo que lleva a crear empatía, que lo exterioriza con la prepotencia y los malos modales con sus “subordinados” a los que quiere atenazar en sus decisiones, para afianzar su débil personalidad.

Una concejala sin aptitud ni actitud para desempañar el cargo
Un concejal con valía tiene claros los objetivos políticos que quiere conseguir durante su mandato y debe dejar de lado la valoración del trabajo de la plantilla de su delegación. Una concejala con valía debe hacer participe a sus técnicos de los objetivos que quiere poner en marcha, crear un buen ambiente, analizar y valorar las decisiones. En algunos casos, seguir sus consejos, mientras que en otros –que deben ser los menos- hay que nadar contra corriente, siempre que se tengan claros los objetivos, que a veces chocan con la realidad y con sus técnicos, y en este caso intentar limar diferencias con los profesionales. Pero Beatriz Tejero Oller no ha dado ni dará la talla al frente de la delegación de Obras, porque no tiene aptitud ni actitud para estar al frente de una de las concejalías con más vistosidad del Consistorio y lo ha demostrado con creces en el poco tiempo que lleva como concejala.