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Las contradicciones del PSOE e IU de Leganés.
Por Admin (del 31/01/2010 @ 21:28:14, en Actualidad, leer 6017 veces)
Nos parece excelente que el Ayuntamiento de Leganés programe una exposición monográfica sobre Azaña y la II República española. De hecho la incluimos como portada en nuestra Web esta semana, porque creemos que es un acontecimiento de primera magnitud al que se le debe dar la máxima publicidad para que los ciudadanos de Leganés conozcan un poco más de nuestra historia reciente.

Para la mayoría de quienes la vivieron, Manuel Azaña personificó, como ningún otro de sus protagonistas, la Segunda República. Para sus partidarios, encarnaba los valores cívicos y laicos del régimen, como para sus enemigos los demoniacos y antinacionales. Los últimos momentos de la vida de Azaña son sobrecogedores. La Guerra Civil, drama personal y colectivo para todos, lo fue en especial para él. Era lo peor que podía imaginar. Todo su esfuerzo por civilizar el sistema político, por crear una nación de hombres libres, se venía abajo. Ante la tragedia sintió horror, asco, tentaciones de dimitir, en especial cuando le llegó la noticia de los asesinatos en la Modelo de Madrid, entre otros el de su antiguo jefe, Melquíades Álvarez.

Supo siempre muy bien que los culpables de la matanza eran quienes habían urdido y perpetrado el golpe de Estado, un crimen de lesa patria. Los siguientes, en orden de culpabilidad, eran las democracias europeas, que habían abandonado al régimen republicano a su suerte. Pero atribuía también responsabilidad a los "leales", por ser incapaces de imponer disciplina e impedir los desmanes de sus grupos más radicalizados. Todo ello explica su aislamiento y su depresión, que le acabó llevando a su agonía de 1940, en un hotel provinciano, protegido por México de los nazis y los comandos enviados por Serrano Suñer para raptarle y poderle fusilar en España.

Pero esta exposición no nubla el nubarrón negro que pende sobre este gobierno local (PSOE-IU) lleno de contradicciones ideológicas, como lo demuestra esta exposición y su dejadez e incumplimiento de una ley dictada por el Parlamento en diciembre de 1997 y que aún no ha cumplido para cambiar los nombres de tres calles y una plaza de la ciudad que aún tienen reminiscencias fascistas de un pasado que es mejor no recordar. En definitiva, han pasado 761 días desde la promulgación de la Ley de Memoria Histórica y 647 días desde que Ciudadanos por el Cambio (CXC) presentó por registro un escrito para que se cumpliera dicha ley y aún no han movido ni un dedo para cambiar los nombres de estas calles y plaza de la ciudad.